Dónde Están Los Líderes?
Fui contratado por una empresa de productos financieros con sede en Londres; para ofrecer una serie de conferencias sobre liderazgo, y cuando hablé con la persona indicada para que me comentara algunos puntos sobre la empresa y sus representantes; me dijo: -Sr. Pineda no se preocupe, solamente hable de cómo aplicar los principios de liderazgo para vencer la crisis-.
Me contrató la Federación de Pequeños y Medianos Empresarios de Guatemala y cuando platiqué con el Director Ejecutivo para acordar algunos puntos, me dijo: Sr. -Hable sobre Liderazgo porque estamos urgidos de aprender de esos temas-.
Estuve en la convención internacional de una firma de bienes y raíces en los Estados Unidos y me pidieron que compartiera los principios sobre liderazgo.
Me invitaron a predicar a una iglesia en México para compartir principios sobre Liderazgo, Identidad y Autoestima. Esto me lleva a preguntarme... ¿Qué está pasando?
¿Dónde están los Líderes? ¿Acaso no hay líderes en el mundo?
No hay duda que todo ser humano fue creado con un divino propósito de grandeza para cumplir cada día existente sobre la tierra. Lamentablemente, la falta de formación y enseñanza en el tiempo adecuado convierte al ser humano casi en un robot caminando todos los días de su vida sin rumbo y sin dirección; y tal acción lleva a todos los seres humanos a -nunca meditar sobre el propósito y misión- para lo que fueron creados.
La falta de propósito para vivir la vida; normalmente lleva al individuo a perder el deseo de buscar nuevas y frescas alternativas para mejorar su calidad de vida cada día.
El creador del universo cuando pensó en crear al hombre se aseguró de crearlo con todos los dones, talentos, virtudes, y habilidades que este necesitaría en la vida para que se convirtiera en algo especial sobre la tierra, pero otra vez, -la falta de formación, instrucción, y sobre todo la falta del conocimiento- acerca de la verdadera identidad ha hecho que el ser humano pierda la responsabilidad y el deseo de diseñar su propio destino para cumplir con el propósito deseado en el mismo corazón de Dios.
Muchas veces hablamos del destino del hombre, pero cuando lo hacemos practicamos la errónea idea de creer que muchos seres humanos solo nacieron para sufrir, llorar y vivir penurias llenas de miseria todos los días de la vida, solamente por tener la idea que el sufrimiento, el dolor y las penas son el destino.
Para muchos inconformes con el destino, que están viviendo y hacia donde se proyectan en la vida surge la pregunta ¿Cuál es mi destino?
Bueno, para esta pregunta hay una respuesta; -Su destino es ser grande, exitoso, feliz, y alcanzar la realización en toda su plenitud-.
Podría surgir otra pregunta en su mente... ¿Por qué entonces no logro todos esos atributos en mi vida y vivir un destino diferente? Aquí hay otra respuesta... definitivamente usted no está activando los principios divinos en su vida, y como no está activando los principios divinos en su vida; usted no ha logrado diseñar su propósito en la vida y por esa sencilla razón es muy posible que usted viva con frustración, desesperación, enojo y resentimiento hacia usted mismo y a los demás.
Pensemos por un momento cuando nosotros como humanos creamos o simplemente arreglamos algo que está imperfecto, o logramos algo que nos habíamos propuesto; ¿Cómo nos sentimos después que ya funciona en perfecto estado lo que arreglamos o logramos alcanzar una meta? Seguramente nos sentimos felices y realizados por el logro que hemos obtenido.
Pues de la misma manera se siente el Creador cuando un ser humano logra convertirse en algo grande en alguna área de la vida.
Los seres humanos somos la plena manifestación de la perfección de la mano de Dios por lo tanto nuestro destino es sin lugar a dudas -la grandeza-.
La pregunta ¿que es lo que detiene al ser humano para alcanzar la grandeza?
Quiero hablar de tres factores que detienen al ser humano de vivir todo su potencial:
El primer factor son las cadenas generacionales implantadas por nuestros antepasados con la información y enseñanza equivocada, y estas enseñanzas están ligadas con el miedo, la vergüenza, y la culpa.
El segundo es el conformismo con el que se llega vivir por poseer los hábitos equivocados. Definitivamente este segundo factor es una secuela del primero, porque cuando alguien tiene miedo, vergüenza o culpa simplemente adiestra su mentalidad a creer que lo malo que le sucede es porque así tiene que ser, y aprende a vivir de tal manera.
El tercer factor consiste en practicar en la vida diaria los valores de miseria tales como: orgullo, soberbia, altivez, arrogancia, negligencia, codicia, avaricia, envidia y la falta de perdón. Normalmente estos valores de miseria el individuo los usa como mecanismo de defensa por el miedo a verse equivocado en la forma que practica la vida, y el mismo miedo lo lleva a no querer cambiar el esquema de vida con el que ha vivido ya por tantos años.
Para dejar de vivir en la miseria y empezar a vivir el destino de la grandeza es sumamente necesario revertir los valores de miseria y empezar a aplicar los valores de grandeza tales como: la generosidad, diligencia, perseverancia, lealtad, honestidad, humildad, prudencia creatividad, y sobre todo liberar el espíritu del miedo, de la vergüenza, y la culpa.
Una vez que el ser humano llega a la comprensión de por qué es necesario practicar los valores de grandeza en la vida diaria; definitivamente se puso en camino directo hacia el verdadero liderazgo.
Todo aquel que llega a la plena cognición de convertirse en un líder debe aplicar en su vida cuatro principios fundamentales para vivir la plenitud de la grandeza.
Es tan grande el número de personas que en su deseo de convertirse en líderes hacen tantas cosas pero no logran impactar sus vidas; ni las vidas de otros porque no han diseñado un plan de vida que los conduzca sin obstáculos al éxito como líderes.
Lamentablemente por la falta de un plan de vida definido; muchos hombres corren por las vías de la vida auto llamándose líderes pero -corren a un ritmo devastador- que al final de sus días descubren que nada de lo que hicieron estuvo bien hecho.
El diseñar un plan de vida es crucial para el buen manejo de la vida del que anhela una en el Liderazgo.
Está comprobado que las personas que no diseñan y escriben un plan de vida definido no logran cumplir con sus metas en ninguna área de la vida; y regularmente terminan con su vida enfermos, pobres y en soledad.
Durante los años que fui conductor de radio para el programa "Buenos días al Éxito" entrevisté a muchos hombres exitosos y recopilé los datos más sobresalientes que muchos de ellos han realizado en sus vidas de liderazgo comprendiendo que muchos de ellos son ahora reconocidos en el terreno de liderazgo en diferentes áreas.
De lo que me di cuenta es que todos estos hombres han reconocido la importancia de diseñar un plan de vida y convertirlo en el mapa para el cumplimiento de todas las metas en la vida.
Aquí le presento cuatro principios que deben tomarse en cuenta a la hora de realizar un plan de vida para convertirse en un líder:
Veamos el principio numero Uno:
Establezca un Liderazgo con Visión:
La visión en la vida personal es muy importante para lograr ser un verdadero líder visionario.
Los individuos que caminan por el sendero del camino llamado vida, y caminan sin visión se parecen a los ciegos que no saben hacia donde se dirigen.
Una pregunta que todos nos debemos formular en algún momento es: ¿Cuál es la visión para mi vida personal? Y me atrevo a decir que el 98% de las personas no tienen una respuesta con claridad.
Cuando hablo de visión en la vida personal me refiero a lo que se desea hacer en el lapso de la vida en este espacio llamado tierra.
Las preguntas que se deben formular todos aquellos que consideran tener el corazón de líder son: ¿A dónde desea llegar en su vida? ¿Qué desea hacer de su vida y con su vida? ¿Cuáles son las condiciones actualmente? ¿En que condiciones desea estar en los próximos 5, 10, 20, años? Todo esto tomando en cuenta estos cuatro ángulos de la vida: Espiritual, física, económica y familiar. ¿Qué clase de legado desea dejarles a sus hijos? ¿Qué piensa hacer para impactar a las naciones con su liderazgo?
La visión de un individuo en la vida determinará sus acciones y sus resultados.
Todo hombre que desea convertirse en un verdadero líder debe comprender que la visión que le ponga a su vida personal será clave fundamental para cambiar las condiciones sociales.
Todo hombre o mujer que se encuentra fungiendo responsabilidades de líder sin una visión clara y definida sin duda alguna tiene un gran número de personas siguiéndole, pero en un rumbo incierto, que tarde o temprano desaparecerá.
Hace unos años conocí a un hombre de gran calidad humana, de buen carácter, que presidía una iglesia, pero me platicó que había tenido muchos problemas con dirigir la iglesia. Me comentó que se sentía frustrado, cansado y confundido porque ya había permanecido en el ministerio poco más de veinte años, pero sin crecimiento alguno.
Cuando le expliqué la importancia de la visión en el terreno del liderazgo se dio cuenta que su visión había sido demasiado corta, y esa era la razón que la gente no permanecía en acción durante mucho tiempo. Simplemente se desmotivaban porque tal vez muchos de ellos tenían más visión que él mismo.
Lo que el líder mira, es lo que sus seguidores miran; lo que el líder obtiene es lo que sus seguidores obtienen, y regularmente se da un fenómeno: -los seguidores obtienen un poco menos que su líder-. Si el líder apunta a las estrellas; sus seguidores apuntarán al espacio. Por esa razón es necesario que el líder sueñe en grande, accione en grande, piense en grande, para que sus seguidores se mantengan motivados persiguiendo lo mismo que su líder.
En la próxima ocasión hablaremos de los siguientes tres puntos. Escrito por Axel Pineda
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